Las Terrenas es una pequeña ciudad costera fundada por un grupo de pescadores en 1997. Está situada en la costa norte de la provincia de Samaná, en la República Dominicana, y acoge a una población diversa de dominicanos, haitianos y extranjeros. Aunque la población de dominicanos y haitianos nativos ronda los 8.000 habitantes, muchos residentes extranjeros han adquirido propiedades en la región y residen en ella parte o la mayor parte del año. Recién llegados de Francia, España, Italia, así como de países de América del Norte y del Sur, han diversificado la cultura local y son propietarios de gran parte de los terrenos, negocios y servicios turísticos de la zona. Los numerosos haitianos residentes en Las Terrenas están más empobrecidos que los dominicanos nativos de la ciudad, y sufren discriminación y altos niveles de desempleo.
Unas 300 familias numerosas viven junto al río de la ciudad, la mayoría de las cuales se han acostumbrado a verter sus residuos cuando llueve para que el agua los arrastre río abajo hasta el mar. Durante la temporada turística, la población se dispara hasta los 40.000 habitantes, un dato importante, dado que el gobierno federal asigna fondos y recursos para servicios públicos basándose en la población oficial de Las Terrenas, que es de 8.000 habitantes. La comunidad depende exclusivamente de la industria turística, con dominicanos locales empleados en los numerosos hoteles de la ciudad, incluidos pescadores y otros trabajadores que abastecen a los restaurantes.
Aunque la población nativa y haitiana se enfrenta a los mismos retos que otros países poscoloniales del Caribe, como la pobreza generacional y el analfabetismo, los habitantes de la ciudad viven relajados y felices en la costa y aprecian su sencillo modo de vida. Están deseosos de aprender a pesar de la falta de oportunidades e instituciones educativas.
La belleza natural, la biodiversidad y la plétora de zonas recreativas de la zona aportan valor cultural, social y económico a la comunidad y a los visitantes. Y aunque la población local no está muy concienciada sobre los problemas de sostenibilidad y contaminación, los líderes de la comunidad creen que existe un gran potencial para unificar a todos los residentes y a la comunidad empresarial en proyectos de mejora del medio ambiente local, sobre todo si esos planes mejoran los medios de subsistencia y proporcionan una prueba visual del concepto (es decir, tanto los propietarios de hoteles como los residentes aumentarán sus niveles de compromiso si son capaces de ver mejoras inmediatas).
En el corazón de Las Terrenas hay un río olvidado y muy contaminado que requiere atención. En la actualidad, el río transporta los residuos de los varios centenares de hogares situados a lo largo de sus orillas directamente al mar, lo que afecta gravemente a la salud de las aguas circundantes.
Los problemas ecológicos incluyen: la contaminación oceánica y fluvial que ha contribuido a la degradación del arrecife de coral, y el deterioro de los hábitats marinos; la erosión y el aumento del nivel del mar debido a los huracanes más fuertes que se han tragado 60 metros de playa en los últimos cinco años; y los problemas de comunicación y las divisiones sociales entre los propietarios de hoteles, los dominicanos y los haitianos en la comunidad cosmopolita.
Mejorar la salud del río reduciría la escorrentía y permitiría que volvieran a crecer arrecifes de coral naturales en el mar, con lo que se recuperarían los peces y la fauna de la zona y serviría de amortiguador contra la erosión provocada por los huracanes y las mareas tormentosas. El problema es que, aunque todas las partes interesadas contribuyen de algún modo al deterioro del río y a la consiguiente contaminación del mar, los propietarios de tierras y hoteles más ricos han culpado históricamente a los residentes, mientras que los lugareños con menos recursos culpan a los hoteles de la sobrepesca y el vertido de aguas residuales. Ambas partes tienen razón.
En la actualidad hay pocos datos sobre las cantidades exactas de contaminación en el mar, incluida su procedencia; las repercusiones en la barrera de coral (que, cuando está sana, puede evitar la erosión), así como en las especies de peces y fauna, muchas de ellas en peligro de extinción; y las repercusiones subsiguientes en la economía local y los medios de subsistencia de los residentes. Los líderes comunitarios han realizado un estudio inicial para identificar las mejores prácticas y soluciones de toda la región, pero se necesita más ayuda para ello. Los socios científicos también podrían crear mapas y otras ayudas visuales para facilitar la educación local y la concienciación sobre este reto. Teniendo en cuenta que muchos residentes no saben leer, los mapas y las ayudas visuales de fácil comprensión tendrían mucho más eco entre los residentes locales que los números y los gráficos. Con estos datos en la mano, los líderes comunitarios pueden iniciar un sólido proceso de educación y compromiso, y proporcionar a los residentes, propietarios de negocios y otros líderes comunitarios interesados los conocimientos necesarios para abordar mejor este problema.
A partir de abril de 2019, Las Terrenas se ha emparejado con Ángel García y Lev Horodyskyj. Estos científicos trabajarán con Cavuoto y George para:
(1) desarrollar recursos educativos sobre el ciclo del agua, el suelo y los entornos de agua dulce para su distribución a la comunidad,
(2) formar a los líderes comunitarios en métodos científicos de recogida de datos, y
(3) colaborar con la comunidad en la aplicación de los datos recogidos y las prácticas de ajuste del estilo de vida para mejorar la salud del ecosistema local.
para mejorar la salud del ecosistema local.
Se prevé que el proyecto dure aproximadamente entre 12 y 18 meses.
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Las Terrenas es un pequeño pueblo costero que comenzó a ser poblado por un grupo de pescadores desde 1997 con la llegada de europeos en busca de vida natural. Está situado en la costa norte de la provincia de Samaná en la República Dominicana y alberga una población diversa: dominicanos nativos, dominicanos llegados de otras ciudades, haitianos, europeos y de otras naciones que residen por largos periodos en esta zona (identificados como "residentes"). Mientras que la población de dominicanos ronda los 8.000 habitantes, la población residente es equivalente o mayor que la nacional. Muchos residentes han comprado propiedades en esta región y permanecen allí durante la mayor parte del año. Los recién llegados de Francia, España, Italia, así como los de los países de América del Norte y del Sur, han diversificado la cultura local, son los propietarios de las tierras y los comercios y servicios turísticos del área. La población haitiana en Las Terrenas en general está más empobrecidos que los dominicanos nativos además de que enfrentan discriminación y altos niveles de desempleo.
Aproximadamente 300 familias viven a lo largo del río de la ciudad, la mayoría de ellas se han acostumbrado a tirar sus desechos cuando llueve para que el agua las arrastre por el río y al mar. Cuando es temporada turística, la población se eleva hasta 40.000 habitantes. Uno de los detalles importantes es que el gobierno federal administra los fondos y obras públicas, y la asignación de recursos se calcula en función de la población oficial de Las Terrenas de 8.000 habitantes. Por lo tanto, la comunidad depende exclusivamente de la industria turística, los dominicanos son empleados por los numerosos hoteles y restaurantes de la ciudad (en general de extranjeros), incluidos los pescadores y otros trabajadores que abastecen a los restaurantes dependen económicamente en general de las actividades que los extranjeros realizan.
Las poblaciones dominicanas y haitianas enfrentan los mismos desafíos que en otros países poscoloniales en el Caribe, incluyendo la pobreza y el analfabetismo. Los habitantes en general de Las Terrenas viven vidas relajadas y felices en la costa y aprecian su sencillo estilo de vida. Ellos están entusiasmados por aprender a pesar de la falta de oportunidades e instituciones educativas.
Los líderes de la comunidad creen que existe un gran potencial para unificar a todos los habitantes y la comunidad empresarial en proyectos que puedan mejorar el medio ambiente local, especialmente si dichos planes mejoran la calidad de vida y brindan pruebas visuales. En otras palabras, los propietarios de los hoteles y los nacionales aumentarían los niveles de compromiso si pueden ver mejoras inmediatas.
Hay un río olvidado y muy contaminado en el corazón de Las Terrenas que requiere atención, y se llama el Rio Limón. En este momento el río transporta desechos de los hogares a lo largo de sus fronteras que van directamente al mar, lo cual afecta gravemente la salud de las aguas circundantes.
Entre los problemas ecológicos relacionados se incluyen: la contaminación fluvial y oceánica que ha contribuido, junto con otras causas, a la reducción del arrecife de coral y deterioro del hábitat de flora y fauna marina; la erosión y el aumento del nivel del mar debido a huracanes más poderosos que han tragado los 60 metros de playa en los últimos cinco años y finalmente los desafíos de comunicación y las divisiones sociales que enfrentan a los propietarios de hoteles con los nacionales dominicanos y haitianos, en una comunidad cosmopolita como Las Terrenas.
Actualmente, hay pocos datos sobre las cantidades exactas de contaminación en el mar, inclusive de dónde se origina, los impactos en la barrera de arrecifes, especies marinas en peligro de extinción, variedades mas resistentes, y la vida silvestre y los impactos posteriores en la economía local y los medios de vida de los habitantes. Los líderes comunitarios han realizado un análisis preliminar para tratar de identificar las mejores prácticas y soluciones a los problemas descriptos.
A partir de abril de 2019, Las Terrenas ha sido emparejada con Ángel García y Lev Horodyskyj. Estos científicos trabajarán con Cavuoto y George para:
(1) el desarrollo de recursos científicos para la educación de la comunidad acerca del ciclo del agua, suelos y aguas fluviales
(2) entrenar a líderes comunitarios en la recopilación de datos científicos
(3) colaborar con la comunidad en la implementación en la colección de datos para realizar ajustes en las prácticas comunitarias para la mejora del ecosistema local.
Se espera que el proyecto se ejecute aproximadamente 12-18 meses.
Los líderes comunitarios al frente de este proyecto de restauración del río son el alcalde Alex García y la consultora y experta en ordenación del territorio Nora Lis Cavuoto, de nacionalidad argentina y residente desde hace mucho tiempo. El alcalde García es un político progresista y con visión de futuro, deseoso de comprometerse con las prioridades y objetivos de Thriving Earth Exchange. Cavuoto es también una persona muy dinámica que se describe a sí misma como "más dominicana que argentina, porque elegí vivir aquí". También está comprometida con los objetivos y la visión de este proyecto de colaboración, y espera mejorar tanto los medios de vida de los residentes locales como la riqueza ecológica que proporciona. Su experiencia en gestión y desarrollo de tierras y su amplio y profundo conocimiento de la población y la dinámica social, política y económica de la ciudad la convierten en la líder ideal del proyecto. Está muy dispuesta a colaborar con científicos sociales y de la Tierra.
Tanto el alcalde García como Nora Lis Cavuoto se han comprometido a planificar, organizar y ejecutar un proyecto de restauración y reutilización del río. Ambos serían responsables de emprender todas las tareas relacionadas y de ejecutar actividades que van desde la creación de grupos de múltiples partes interesadas y la aplicación de planes de estudios educativos para los residentes locales hasta la colaboración o supervisión de la recogida de datos y las actividades de ciencia ciudadana que dirigirán los científicos voluntarios. Como residentes y líderes de la comunidad, el alcalde García y Cavuoto pueden servir como buenos puntos de divulgación o nodos de red entre los diversos grupos implicados en este proyecto.
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El alcalde Alex García, y la experta y consultora en desarrollo local, Nora Lis Cavuoto están muy entusiasmados por colaborar juntamente con los científicos sociales y de la tierra para planificar, organizar, e implementar un proyecto de recuperación y reutilización de ríos.
Los científicos deben:
- determinar cuánta contaminación hay en el río y el mar, monitorear constantemente esos datos
- generar mapas para visualizar mejor el problema
- identificar las mejores prácticas y soluciones para un cambio perceptible y la limpieza del río
Dado que los desafíos socio ecológicos que enfrenta la ciudad son complejos (un desarrollo rápido no planificado, desigualdades, pobreza, falta de educación, contaminación, cambio climático, etc.), un proyecto exitoso en Las Terrenas podría servir como modelo para otros pueblos costeros en la República Dominicana y en otros lugares. Es difícil decir en este momento si pudiera haber algún día un cambio de política federal en la fórmula de cálculo de asignación de recursos, pero de resultar exitoso podríamos atraer más atención para afrontar los desacuerdos entre las asignaciones de fondos, la necesidad local y la población real de la ciudad.
Otro de los resultados sería la producción de recursos y fondos que este proyecto podría impulsar entre los residentes, terratenientes y hoteles más destacados Esto es un elemento esencial al momento de recolección de fondos ya que el financiamiento desde estado dominicano es muy limitado y existe pobreza general.
Ambos serían responsables de llevar a cabo todas las tareas relacionadas, además de ejecutar actividades que van desde la creación de grupos de múltiples partes interesadas y la implementación de planes de estudio educativos para los nacionales hasta la colaboración o la supervisión de la recopilación de datos y las actividades de ciencia ciudadana que los científicos voluntarios dirigirían. Como nacional el alcalde y residentes Nora Lis, junto a otros líderes comunitarios, dichos actores pueden servir como buenos puntos de difusión o redes entre los diversos grupos involucrados en este proyecto.
Consultor autónomo, experto en gestión del territorio. Formación universitaria de postgrado en Ordenación del Territorio y Urbanismo. Trabaja para fondos de cooperación internacional (OIT, BID FOMIN, USAID, Unión Europea). / Consultora free lance, experta en Desarrollo Territorial. Formación universitaria de post grado en Desarrollo Territorial y Desarrollo Local de áreas metropolitanas. Trabaja para fondos de cooperación internacional (OIT, BID FOMIN, USAID, Unión Europea).
Alcalde de la ciudad de Las Terrenas, 2016-2020. He has a background in law./Alcalde de la ciudad de Las Terrenas período 2016-2020. Él tiene un fondo en la ley.
Me llamo Ángel García y soy geólogo puertorriqueño. Mi interés científico es el estudio del conocimiento geológico culturalmente enmarcado, más conocido como etnogeología, y cómo integrar este tipo de conocimiento en la enseñanza de las ciencias de la Tierra para apoyar una mayor inclusión y diversidad entre los grupos infrarrepresentados. Además, me interesa el estudio de las cuevas y sus formaciones como aproximación a la comprensión del cambio climático regional. Actualmente soy profesor asistente visitante en el Departamento de Geología y Ciencias Ambientales de la Universidad James Madison. / Mi nombre es Ángel A. García y soy un geólogo Boricua (puertorriqueño). Mis intereses científicos están en el estudio de la etnología y cómo integrar el conocimiento científico-cultural en la enseñanza de las ciencias terrestres. Además, estoy muy interesado en estudiar las cuevas y sus formaciones como un representante ambiental de cambio climático a nivel regional. En el momento, trabajo como asistente de profesor en James Madison University, específicamente en el Departamento de Geología y Ciencia Ambiental (Geology and Environmental Science).
Cintya Renderos es la Directora de Programas para América Latina de la International City/County Management Association (ICMA). Tiene formación en Desarrollo Internacional, Salud Pública y se considera una persona muy fácil de llevar y amante de la aventura. / Cintya Renderos es la Gerente Senior de Programas de América Latina de la Asociación Internacional de Administración de Ciudades / Condados (ICMA). Tiene experiencia en Desarrollo Internacional, Salud Pública y se considera una persona muy tranquila y amante de la aventura.
